DIRECTORAS
¿Cuántas directoras de cine español eres capaz de nombrar? Tranquilo, si no te salen las cuentas y no consigues llegar a un mínimo de diez, estás dentro de la media. No porque no las haya, haberlas haylas, pero a lo largo de la historia, como en cualquier otra profesión, su incorporación no solo ha sido tardía y lenta, las que han llegado han sufrido una especie de invisibilidad que ha conllevado tanto al desconocimiento de su obra, como de sus nombres y apellidos.
Cierto es que las cifras son inamovibles y que, según el último informe presentado por la Asociación de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales (CIMA), elaborado, (a falta de que el Instituto de Cinematografía (ICAA) comparta los datos oficiales) con las películas presentadas a la 30 Edición de los Premios Goya, solo un 16% de mujeres frente a un 84% de hombres, se encontraba al frente de la dirección de un largometraje de ficción, mientras que en caso de documental, este porcentaje ascendía al 25%. Estos números, que afirman la presencia de la mujer como directora, a su vez confirman la falta de paridad en el mismo ámbito. Es por ello que, lejos de silenciarles, debemos hacernos eco y darles voz.
Además, tal y como hemos comentado en nuestras charlas con profesionales como Inés París o Ana Martínez, que el porcentaje sea mayor en los documentales, no se da porque las mujeres tengan más interés en dirigir estas piezas frente a las de ficción. Se debe a que la inversión requerida es mucho menor, y entonces, les es más fácil conseguir financiación para llevarlos a cabo. Es decir, cuando el factor de la voluntad tiene más peso, vemos cómo la presencia de la mujer crece. Aun así, ambas cifras están lejos de llegar al 50%.
Pioneras del cine español
Para entender el presente que viven las directoras de nuestro país, primero debemos hacer un breve repaso por el pasado. Saber quiénes fueron las que asentaron las bases, quiénes se atrevieron a decir “estamos aquí para quedarnos, aunque nos cueste”. Esta necesidad, es bien conocida por la Fundación First Team, encargada de editar el libro Directoras pioneras del cine español de los años veinte a los años sesenta, en el que Conchita Martínez Tejedor, estudia las carreras de Helena Cortesina, Rosario Pi, Ana Mariscal y Margarita Alexandre. Si estas mujeres no hubieran dado el paso al frente, quizá hoy en día seguiríamos sin pensar en la posibilidad de convertirnos en directoras de cine. En el caso de Ana Mariscal, quien también fue una reconocida actriz, cabe destacar que en 1949, ella misma creó la productora Bosco Films, para después guionizar, dirigir y producir sus propios largometrajes.
A estas mujeres les siguieron Josefina Molina y Pilar Miró entre otras. Miró, entre otros cargos, asumió el de Directora general de Radiotelevisión Española, algo insólito hasta entonces y que sirvió para fortalecer las bases de la mujer en el mundo audiovisual. Por otro lado, la actual Presidenta de Honor de CIMA, Josefina Molina, a pesar de llevar años inactiva detrás de las cámaras, sigue reivindicando el lugar de las directoras. “Nunca entendía por qué yo tenía que tener una vida menos activa, menos divertida o menos creativa por ser mujer”, explicó durante la última edición del ciclo Mujeres que no lloran. En el cual, quiso advertir también que “las directoras jóvenes lo tienen muy difícil, no hay intención política para que tengamos las mismas oportunidades”.
Finales de los años 90
Durante los años 90, se dio un punto de inflexión dentro de nuestra cinematografía. De repente, un grupo heterogéneo de mujeres, se lanzó al mundo de la dirección. Entre ellas se encontraban Isabel Coixet, Chus Gutiérrez, Icíar Bollaín, Gracia Querejeta, Inés París o Patricia Ferreira entre otras. Todas ellas consiguieron abrir el camino a una generación que se hizo esperar:“¿No somos muy pocas? ¿No somos siempre las mismas?”, se preguntaban cuando decidieron fundar CIMA, no solo con la motivación de visibilizar el trabajo de todas las mujeres dentro de la industria, también con la ilusión de encontrar ese relevo.
Sin embargo, antes de presentar a esta nueva ola de mujeres cineastas, sigamos hablando de ellas. Se lo han ganado a pulso. Tanto es así, que tal y como explica Jara Yáñez en la edición Ellas filman, nosotras escribimos de Caimán cuadernos de cine, al lanzar esa cuestión con la que comenzábamos nuestro análisis, seguramente, los primeros nombres que a uno y una se le vienen a la cabeza, son los citados anteriormente. ¿Por qué?, porque entre otras cosas, fueron capaces de romper con el estereotipo (a pesar de que hoy en día sigue existiendo, aunque en menor medida) de "cine de mujeres". Ellas hacían simplemente cine.
Una nueva generación
Y llegó. Ese relevo tan esperado llegó a finales de los 2000, cuando debutantes como Elena Trapé, Mar Coll, Neus Ballús o Juana Macías, consiguieron sacar a delante sus primeros proyectos. Sin embargo, debemos recordad que, desde el estreno de sus óperas primas, estas directoras no han tenido un camino fácil. En el caso de Coll, ganadora del Goya a Mejor dirección novel por Tres días con la familia, tuvo que esperar cuatro años para volver a rodar. Un caso similar al de Trapé, que tras siete años del estreno de Blog, será durante 2017 que Las distancias, su segunda película, vea la luz.
A pesar del techo de cristal al que se enfrentan tanto a la hora de dar el salto del corto al largo, como de asentar sus carreras, les ha seguido otro grupo de directoras como Manuela Burló Moreno, quien nos asegura sentirse “una privilegiada”, pues ha estrenado dos películas (Cómo sobrevivir a una despedida y Rumbos) consecutivamente en el Festival de Málaga, Leticia Dolera (Requisitos para ser una persona normal), o Paula Ortiz, que tras sorprender con De tu ventana a la mía, confirmó con La novia que su carrera, no había hecho más que empezar. Beatriz Sanchis, Nely Reguera o Carla Simón son otras de las directoras que han interrumpido en el panorama actual de nuestro cine. Todas ellas tienen un común denominador: Avalon. Desde esta productora, María Zamora insiste en buscar nuevas realizadoras para acompañarles en su salto a la gran pantalla.
¿Cómo vas a ser algo que no ves?
“Necesitamos tener referentes, crearlos y sobre todo, creer en nosotras” explicaba Adriana Hoyos en Mujeres de cine: La mirada de 10 directoras españolas (Enrique Chuvieco. 2014). No le falta razón, pues durante nuestros encuentros con las diferentes profesionales del medio, les hemos preguntado por estos referentes, y todas coincidían: Nulos durante su periodo de formación. Manuela Burló Moreno reflexionaba sobre esto, y se preguntaba: "¿Cómo vas a ser algo que no ves?".
Si en las escuelas no muestren ejemplos de mujeres directoras, y seguramente, menos aun de directoras españolas, podría ser la premisa culpable de que, mientras que las cifras en dichos centros están rozando la paridad (el año pasado en las diplomaturas de la ESCAC había un 43% de alumnas), estas no den el salto a la gran pantalla. Además, si esto cambiara, quizá al preguntar cuántas directoras de cine español es capaz de nombrar alguien, la balanza se equilibrase en positivo.