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HELHER ESCRIBANO

Siempre le había picado el gusanillo del cine, pero comenzó estudiando Arquitectura Superior en Barcelona. Tuvo la oportunidad de viajar a México durante la carrera, donde pudo cursar asignaturas de cine y trabajar como directora de arte en varios cortometrajes. Sin embargo, tal y como ella misma explica, lo que más le apasionaba era realizar las maquetas para posteriormente iluminarlas y fotografiarlas. “A lo mejor ya venía de entonces”, reconoce pensativa Helher Escribano al recordar sus inicios.

Así, nada más volver, decidió dejar de lado Arquitectura para centrarse en lo que realmente le apasionaba.

“Yo quiero hacer cine”, se decía a ella misma, y, siguiendo esta premisa, se matriculó en el Instituto del Cine de Madrid con la intención de estudiar producción. Sin embargo, tras el primer año común, descubrió que, a pesar de que la fotografía le parecía muy complicada, no solo le gustaba, también se le daba bastante bien.

Su tutor, Juanfer Andrés, le instó a especializarse en ella, y lo cierto es que tuvo buen ojo. El mismo que acompaña a Helher en todos sus trabajos, tanto como directora de fotografía, como encargada de la foto fija y el making of de largometrajes. Los propios Juanfer Andrés y Esteban Roel, profesores del Instituto del Cine, contaron con ella para su debut con Musarañas, y más tarde, lo hizo Álex de la Iglesia.

 

Sin embargo, es muy difícil clasificarla en un solo sector de la industria. A pesar de su juventud, también ha dirigido y guionizado, trabajado en teatro y creado su propio estudio en Ibiza. Por si fuera poco, Helher se encuentra sumergida en la programación de un festival de cortometrajes creado por ella misma: “Saber que a la gente le está llegando el formato corto, a mí me llena”. Además, reconoce que le encanta sorprenderse con los trabajos que le llegan, sin tener en cuenta el género del director: “No tiene que ver que lo haya dirigido un hombre o una mujer”.

Hablando de mujeres,es consciente de que aun existe el pensamiento de que “el jefe tiene que ser el jefe chico”. Respecto a esto, ha querido compartir con nosotras una “anécdota” que vivió durante el rodaje de El bar, la última película de Álex de la Iglesia, cuyo making of y foto fija corrió a su cargo. Sin embargo, a las tres semanas de rodaje, un especialista se acercó a ella preguntándole cuál era su labor, y es que como confesó, pensaba que él era el jefe y tú eras su ayudante”, refiriéndose precisamente al ayudante de ésta.

 

Por suerte, no ha vivido otra ocasión en la que haya sentido un trato diferente por cuestiones del género. A pesar de ello, sabe que muchas veces se asocia un cierto tipo de sensibilidad especial a las mujeres, cuando ella misma nos explica que conoce directores poseedores de la misma. Además, explica que ella, como directora de fotografía, no hace solamente un estilo, puede hacer cualquiera, incluso aquellos que se asociados a la masculinidad como los de acción, etc.

 

El consejo que nos deja Helher para todas aquellas personas que quieran introducirse en el mundo del cine, no es otro que olvidarse del ego. Como bien hace hincapié, el cine es un trabajo en equipo, “todos trabajamos para contar una historia”, y para que funcione, según ella, el ego de cada uno debe quedarse atrás.

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