FINANCIACIÓN Y SUBVENCIONES
¿Discriminación positiva o ayuda necesaria? Cuando hablamos de las subvenciones que reciben las mujeres para realizar cine, inevitablemente, nos viene esta pregunta a la cabeza. Antes de resolverla y daros a conocer cuál es la opinión de las diferentes profesionales del medio, entremos un poco en terreno.
¿Cómo financian las mujeres sus películas?
Cuando una mujer realizadora tiene su proyecto entre manos y decide ponerlo en marcha, muchas veces se encuentra con varias trabas en su camino. Algo que ha llevado a que, en ocasiones - como se nos cuenta en Mujeres detrás de la cámara (María Camí-Vela, 2001) - sean ellas mismas las que deban financiar sus creaciones. En esta situación, por ejemplo, se encontró Isabel Coixet cuando tuvo que echar mano de su propia productora de publicidad para financiar Things I never told you.
Otra de las opciones, es acudir a las ayudas públicas para conseguir financiar parte del coste de la película. En este sentido, el Instituto de la Cinematografía y las Artes Audiovisuales (ICAA), ofrece una ayuda sobre proyecto en la que se valorará positivamente la participación de mujeres para apoyar el fomento de la igualdad de género (según podemos ver en la resolución del pasado 26 de abril sobre la convocatoria de ayudas generales a la producción de largometrajes sobre proyecto) En este sentido, se podrán conseguir hasta 4 puntos:
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1 punto si la película está dirigida por una mujer.
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1 punto si la guionista es una mujer.
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1 punto si la productora ejecutiva es mujer.
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0,5 puntos por la participación de otras mujeres en calidad de autoras (directora de fotografía y compositora de la música)
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0,5 puntos por la inclusión de otras jefas de equipo.
Parece fácil, ¿verdad? Pues no lo es tanto. Y, es que, para acceder a esta ayuda y a este punteo, se debe tener un mínimo presupuestario de 1.300.000 €, algo que, según nos contaba la propia Virginia Yagüe (directora, guionista y presidenta de CIMA) es una traba más para las realizadoras: "De media, las mujeres cuentan con menos de la mitad del presupuesto que los hombres para realizar una película. Hay muy pocas mujeres que llegan al mínimo (en referencia a ese 1.300.000€), con lo cual, no pasan el primer corte. Resultado: las últimas ayudas del ICAA solo han sido concedidas a 2 mujeres". Virginia concluía diciéndonos que debíamos articular otro tipo de medida que sea más eficaz.
Y esto no pasa solo en el género de la ficción. Ana Martínez Álvarez nos decía que, si ella quería pedir ayuda para realizar un documental, este tendría que contar con un presupuesto de 400.000 €, algo que no suele suceder en este tipo de cintas.
La actual polémica con TVE
Nuestra cadena pública tiene por ley la obligación de designar el 5% de sus ingresos a la financiación de cine español y comunitario. En dicha ley no se especifica que los proyectos tengan que guardar una relación de paridad entre ellos y, lamentablemente, tampoco es algo que se lleve a la práctica. De los 12 largometrajes que apoyará económicamente durante el 2017 TVE, ninguno se encuentra dirigido por una mujer. A pesar de que la propia cadena ha justificado este hecho como algo casual o circunstancial, si miramos los datos del pasado año, de los 34 largos que apoyó TVE, sólo 7 estaban dirigidos por mujeres. Una cifra que se aleja mucho de la igualdad deseada.
Ante esta situación, la Asociación de mujeres cineastas (CIMA) decidió reunirse con la cadena pública porque, según nos decía Virginia Yagüe, "una televisión pública no puede permitirse hacer una selección donde no haya mujeres, por una cuestión de responsabilidad y de criterio. Estoy segura que de entre todos los proyectos que llegaron a TVE, había proyectos firmados por mujeres que tenían la suficiente calidad. Debemos empezar a desterrar esta idea sistemática de que las mujeres no están o porque no hay o porque sus proyectos no tienen la calidad suficiente. Si no hay suficientes mujeres también tenemos un problema y entonces debemos actuar en otra dirección". Desde luego, si el cine es un reflejo de la realidad social, nos estamos perdiendo la mirada de la mitad de la población y la televisión pública debería intentar paliar estas desigualdades.
La propuesta de CIMA en Cataluña: el modelo sueco
Cuando en Cataluña, más de la mitad de las estudiantes de comunicación audiovisual son mujeres y, sin embargo, solo en la dirección artística, las mujeres superan el 25% de participación, algo está fallando. Con estos datos sobre la mesa, la rama catalana de CIMA se planteó seguir el modelo que llevan en Suecia para la financiación de sus películas. Os contamos de qué se trata.
Según podemos leer en el último número de la revista Caimán, Cuadernos de cine, cuando Anna Serner asumió la presidencia del Instituto de cine de Suecia, tuvo muy presente que tenía que promover la igualdad de género en el sector audiovisual. Por ello, propuso la repartición equitativa de las ayudas públicas, consiguiendo que las películas realizadas por mujeres pasaran de un 26% (en 2012) a un 50% (en 2016).
Tomando, como ya hemos dicho, este modelo, CIMA Cataluña plantea la implantación de unas cuotas progresivas para lograr alcanzar esta igualdad. Así lo explicaba en el mismo número de dicha revista Miriam Porté (productora y representante de CIMA Cataluña): "La propuesta que hacemos es que todas las áreas y en todas las convocatorias haya un mínimo de fondos públicos destinados a financiar proyectos liderados por mujeres. Estas cuotas que van del 25 al 40% se implantarán progresivamente entre 2017 y 2020".
¿Qué opinan los profesionales de las ayudas?
Cuando leímos en el libro Mujeres detrás de la cámara (María Camí-Vela, 2001) que "las directoras no opinan que se deba dar privilegio a la mujer en el área de la subvención. Lo que sí mencionan es que sería positivo que hubiera un mayor número de mujeres productoras", debemos reconocer que nos quedamos algo sorprendidas. Es por ello que quisimos hacer esta pregunta a los distintos profesionales que fuimos entrevistando.
De momento, no nos hemos encontrado con ninguna directora que nos haya dicho que estas ayudas específicas a mujeres no son beneficiosas. Si bien Manuela Burló Moreno nos decía que para ella eran totalmente necesarias; Ana Martínez Álvarez opinaba lo siguiente: "Me parece bien que tengamos una ayuda. Ya que hay productores que no tienen ninguna vergüenza en decirles a una mujer directamente "si fueras más joven y fueras un tío harías esta película", pues yo creo que hay que dar un empujoncito a las mujeres".
No obstante, consideramos que la reflexión que hizo Inés París en la charla que tuvimos con ella, resume a la perfección cómo se encuentra la situación. La directora y actual presidenta de la Fundación SGAE nos justificaba esta discriminación positiva porque se ha demostrado que no hay otra forma de entrar en la industria y explica que ella no quiere que cuando sobre la mesa haya 2 guiones, se coja el suyo porque sea una mujer. No obstante, sí que ve necesario que se le de un empujón al principio, a la hora de dar puntos, porque son proyectos que ya se sabe que vienen con productoras más pequeñas y que (las mujeres) tienen una trayectoria profesional más dificultosa que los varones. Una vez que se ha apoyado al proyecto en ese momento, Inés opina que ya se debe "ir a iguales".