PRODUCTORAS
No han sido pocas las veces que una directora, guionista o actriz ha pedido que existan más mujeres productoras pues, son estas las que tienen que el poder para llevar una película hasta las salas. Escudándose en que una mujer entenderá mejor el proyecto de otra mujer, tienen muy claro que si aumentara la presencia de mujeres en el terreno de la producción, también se vería reforzada la presencia en otras áreas.
Aún no habiendo conseguido la paridad, sí es cierto que las cifras de las mujeres en la producción son mucho mejores que en el resto de puestos laborales. Si tomamos los datos que nos ofrece el último informe de CIMA vemos que, en general, hay un 43% de mujeres (respecto al 57% de hombres) en la dirección de producción y un 24% (respecto al 76% de hombres) en la producción ejecutiva. De esta manera, la dirección de producción se convierte en una de las profesiones con mayor número de mujeres dentro de la industria cinematográfica (solo por detrás de vestuario, maquillaje, peluquería - sectores que se suelen asociar a la mujer - y dirección artística)
Cuando hablamos con Sandra Hermida (directora de producción de películas como Un monstruo viene a verme, Biutiful o El orfanato) sobre las posibles causas de la falta de mujeres productoras, nuevamente vuelve a salir la justificación de los altos cargos en el mundo del cine: "Es cierto que los productores son mayoritariamente masculinos, es cierto que ahí hay algo. Pero también los altos cargos correspondientes son mayoritariamente masculinos al otro lado tanto en cadenas privadas como en TVE. Realmente hay un techo de cristal, llegar a altos cargos en todas las disciplinas profesionales es super complicado" y añadía que el cine es un reflejo social, por lo que trabajos como son el de producción, que conlleva un control ejecutivo y económico, es donde podemos ver unas cifras más igualadas, igual que vemos en una mesa de negociación cualquiera. Aunque, sí que debemos reseñar que la propia Sandra se sintió sorprendida cuando le dimos las cifras que manejábamos respecto al número de productoras ejecutivas y directoras de producción, pues su sensación, en el segundo de los casos ha sido siempre la contraria, que hay más mujeres que hombres.
En la misma línea que Sandra Hermida, también se mueve Beatriz Bodegas. La productora de Tarde para la ira, contaba en el último número de la revista Caimán, cuadernos de cine, lo siguiente: “El negocio del cine es el reflejo del resto de la sociedad. Hay pocas productoras, al igual que en otros sectores hay pocas mujeres empresarias, o en puestos de responsabilidad o en consejos de administración”.
Inés París también quiso hacerse eco en dicho número de la publicación sobre la importancia que tienen las productoras en el mundo del cine. Si bien, ella considera que la "piedra angular" de todo proyecto es el guión, entiende que un buen guión tiene que tener un productor detrás. Además, añade que “para una mujer que quiere escribir un guión, es necesario encontrar esta figura del producto cómplice y en un 90% de los casos, cuando se ponga a buscar quien puede ser, encontrará que se trata de un hombre”. En este sentido, Inés termina diciendo que la identificación que puede tener un productor con una historia contada por un hombre, no la tendrá con una mujer pues, inevitablemente, miramos el mundo diferente.
No obstante, en el terreno de la producción tenemos que dar un dato esperanzador. ¿Sabíais que ganase la película que ganase en la pasada edición de los Premios Goya, dicha estatuilla sería recogida por una mujer? Finalmente, el cabezón se lo llevó Beatriz Bodegas (Tarde para la ira), pero bien se lo podría haber llevado Mercedes Gamero (El hombre de las mil caras y Qué Dios nos perdone), Belén Atienza (Un monstruo viene a verme) o Esther García (Julieta). En la dirección de producción también estamos de enhorabuena pues, de las 4 candidatas a llevarse el Goya, 3 de ellas eran mujeres: Manuela Ocón (El hombre de las mil caras), Pilar Robla (La Reina de España) y Sandra Hermida (Un monstruo viene a verme), quién finalmente se hizo con el galardón, pudiendo dedicar las siguientes palabras en su discurso: "Estoy muy orgullosa de estar aquí como mujer, como técnica, como cineasta".
Como vemos, parece ser que aquí podría haber una pequeña luz al final del túnel y, en este sentido, nos gustaría destacar el papel de una productora muy importante para las cineastas españolas. Hablamos de María Zamora, quién no solamente presta mucha atención a películas dirigidas por directoras, sino que también tiene en cuenta que estas mismas sean noveles, dándoles a muchas de ellas su primera oportunidad. Así lo hizo en su día con Beatriz Sanchís (No todos están muertos) y este mismo año con Carla Simón (Estiu 1993).
Como podemos observar, a pesar de no existir una paridad real, las mujeres vienen pisando fuerte en el terreno de la producción, teniendo una importante presencia en las películas punteras del año. Por ello, deseamos que la cifra de participación de las mujeres en la producción siga en la misma línea y mejorando, para poder fortalecer también, como decíamos al principio, la labor de las mujeres en el terreno de la dirección, interpretación y guión.