
Carla Simón (Barcelona, 1986) es, sin ninguna duda, una de las directoras del momento. Tras haber realizado cortometrajes (Las pequeñas cosas), vídeos documentales (Born Positive) y vídeos experimentales (Women), el 30 de junio llegará a las grandes pantallas con su ópera prima, Estiu 1993. Una cinta que, habiendo sido premiada en grandes festivales como La Berlinale, Málaga o Cannes, estamos seguras que no pasará indiferente en las salas.
Hablamos con esta joven promesa de nuestro cine.
¿Quién es Carla Simón?
Esta siempre me parece una pregunta muy difícil de contestar. Ahora mismo puedo decir que soy la guionista de Estiu 1993, que es mi primer largometraje. Soy alguien a quien le apasiona el cine y cualquier arte visual, me molesta mucho perder el tiempo y doy mucho valor a mis relaciones familiares y a mis amistades.
¿Cuándo decidiste que querías contar historias?
Durante el bachillerato cursé una asignatura que se llamaba 'Imagen' y fue ahí donde descubrí que el cine era un arte creado para narrar historias
CARLA SIMÓN
y hacer que el espectador las descubra. Además, yo tengo una familia muy grande y muy vivida, es a través de ellos que he sentido la urgencia de hacer películas, para contar la complejidad de las relaciones humanas, y de las relaciones de familia en particular.
Hemos leído en algunos libros como Mujeres detrás de la cámara de María Camí-Vela, que las mujeres suelen comenzar en otros ámbitos o profesiones y luego se introducen en la dirección, ¿en tu caso cómo fue?
A mí me encanta escribir, yo empecé escribiendo pero tenía clarísimo que quería dirigir aquello que escribiera. Así que no siento que empezara en otro ámbito, para mi la escritura y la dirección van de la mano y desde que me di cuenta que quería hacer cine, este se convirtió en mi objetivo.
A parte, he colaborado en los cortos de mis amigos como ayudante de dirección o script, porque creo que es muy importante tener la oportunidad de aprender de cómo trabajan los otros. Lo que hago en paralelo es enseñar cine a niños a través de un proyecto muy bonito que se llama Cine en Curso, ya que para mi la educación es esencial y es algo que me llena mucho.
Durante esos años de formación, ¿tenías algún referente femenino o los echabas en falta?
Mientras estudiaba tenía pocos, pero los fui descubriendo a medida que veía más y más cine, y ahora son mis principales referentes. Clarie Denis, Lucrecia Martel y Alice Rohrwacher son grandes inspiraciones para mi y las he re-visitado muchísimo mientras hacía Estiu 1993. Y hay muchísimas otras directoras que admiro por motivos diversos ya que no se parecen en nada entre ellas: Dorota Kędzierzawska, Kelly Richard, Agnes Varda, Mia Hansen-Love, Milagros Mumenthaler, Mar Coll o Meritxel Colell.
Antes de tu primera película ya habías rodado cortometrajes a nivel profesional, ¿qué recuerdo tienes?
A través de la London Film School, la escuela de cine donde estudié con una beca de la Caixa, rodé tres cortometrajes. Antes había rodado otras cosas que forman parte de mi proceso de aprendizaje.
Mi cortometraje de graduación, Las pequeñas cosas, fue una coproducción entre la escuela e Inicia Films, así que lo hicimos entre estudiantes y profesionales. Mi recuerdo de este rodaje es muy bueno, con el equipo formamos una pequeña familia en muy pocos días y aprendía muchísimo sobre qué era lo que quería contar y cómo.
Sin embargo, parece que hay un techo de cristal y a las mujeres les cuesta más dar el salto del corto al largo, ¿por qué crees que pasa esto?
La verdad es que en mi caso no fue así, yo terminé Las pequeñas cosas y me gradué de la London Film School en abril del 2014. Terminada mi etapa en la escuela, aquel mismo mayo del 2014 empecé a escribir el guión, justo ahora hace tres años. Así que fue un proceso muy rápido, nos dieron los apoyos que necesitábamos para poder hacer la película y la rodamos en verano de 2016, y la postproducción fue un poco exprés ya que presentamos la película en la Berlinale de 2017. De todas maneras, yo soy muy consciente de que he sido muy afortunada de poder hacer este proceso tan rápido ya que normalmente no es así, ni para las mujeres ni para los hombres. Así pues, no sé muy bien cómo contestar esta pregunta, lo único que puedo decir es que si a las mujeres les cuesta más dar el salto del corto al largo, ¡no debería ser así!
Además, según el último informe de CIMA, solo hay un 16% de mujeres que dirigen en España frente a un 84% de hombres. De hecho, si vas a otros puestos técnicos la cifra es aun peor. Leticia Dolera ha comentado varias veces que ella intenta darle una oportunidad a mujeres en estos puestos, ¿tú también lo tienes en cuenta o esos cargos los ha marcado producción?
Nosotros tuvimos un equipo formado casi enteramente por mujeres. Casi todos los departamentos tenían una jefa mujer (en la producción ejecutiva Valérie Delpierre y María Zamora, en la dirección de producción Mireia Graell, en el casting Mireia Juárez, en arte Mónica Bernuy, en sonido directo Eva Valiño, en vestuario Anna Aguilà, en maquillaje y peluquería Piluca Guillem y Marta Arce y en montaje Ana Pfaff) y sólo los departamentos de fotografía (Santi Racaj), de música (Ernest Pipó) y de diseño de sonido (Roger Blasco) estuvieron encabezados por hombres. Esto nos salió de manera un poco involuntaria, yo no conocía equipo técnico español así que nos entrevistamos con la mayoría de ellos para encontrar las personas más adecuadas para el proyecto. Y después de escoger a todo el equipo nos dimos cuenta de que la mayoría eran mujeres, pero nunca las escogimos por su sexo sino por su sensibilidad, e imagino que hay algo de sensibilidades parecidas entre las mujeres que se manifestó. La verdad es que yo no cambiaría para nada el haber rodado con un equipo tan femenino.

Este año, entre los 12 proyectos que apoyará TVE no se encuentra ninguno dirigido por una mujer. Hablan de que es un hecho 'circunstancial', sin embargo en la última edición de la revista Caimán, cuadernos de cine hablan de que las personas encargadas de tomar esa decisión todo son hombres, ¿crees que la falta de mujeres en estos altos cargos es una de las causas de hechos como este?
¡Sí, sin duda! Creo que aquí está la raíz de todo. En teoría y por ley, estos comités deberían estar formados en paridad, ya que como comentábamos antes, puede que haya algo de afinidad entre las sensibilidades masculinas y las sensibilidades femeninas. Pero por desgracia esto no es así… Por eso me parece muy importante la labor de ciertas asociaciones como CIMA, que se encargan de que esto se cumpla y si no es así lo denuncian. En mi opinión, hay que luchar mucho para que los comités que toman estas decisiones tan cruciales para la vida de los proyectos estén formados mitad por hombres y mitad por mujeres, si esto ocurre es muy posible que los las cifras empiecen a ponerse en su sitio.
Siguiendo con estos datos críticos, en guion nos encontramos con que solo el 12% de los largos están escritos por mujeres. En tu caso, tu también has escrito tu película, ¿qué te parece si te digo que al escribir en Google 'guionistas españolas', lo primero que aparece es 'quizá quisiste decir guionistas españoles'?
Me parece mal, evidentemente. El tema del guión también es la base de muchas de estas cifras. Voy a hablar de mi experiencia personal: a mi me sale más fácil dibujar con complejidad a los personajes femeninos que a los masculinos, me identifico más y las entiendo de forma más profunda. Por lo tanto, estoy segura que más guionistas mujeres crearían más y mejores personajes femeninos, y a su vez darían más trabajo a las grandes actrices que tenemos en España. De todas maneras, yo tengo esperanza de que esto vaya cambiando, al menos por lo que yo veo en mi entorno cada vez hay más mujeres que escriben, y también que dirigen.
Relacionado con esto, CIMA plantea que haya un mínimo de fondos públicos para financiar proyectos liderados por mujeres a través de unas cuotas progresivas entre este año y 2020, ¿crees que son necesarias las ayudas específicas para mujeres cineastas para acabar con esta falta de paridad?
Sí, creo que la discriminación positiva es buena si tiene una fecha de caducidad. Por esto lo que propone CIMA me parece muy bien ya que es un plan que empieza y acaba con un único objetivo: conseguir la paridad en unos pocos años.
A su vez, me parece crucial investigar y analizar el número de proyectos presentados por hombres y el número de proyectos presentados por mujeres. Es posible que las mujeres presenten menos proyectos que los hombres, así que me parece que la paridad que buscamos debería ir relacionada con estas cifras, de esta manera nos aseguramos que la calidad de los proyectos sea la adecuada.
A su vez, si fuese el caso que hubiera menos proyectos presentados por mujeres, creo que deberíamos plantearnos por qué y trabajar también esto. A lo mejor necesitamos encontrar una manera de darnos confianza entre nosotras y fomentar que hagamos cine.
Volviendo a tu carrera, Estiu 1993 se estrenó en la Berlinale con muy buen resultado. ¿Te esperabas la acogida?
La verdad es que no me lo esperaba. Era la primera vez que presentábamos la película al público y yo no tenía ni idea de cómo iban a reaccionar. Me sorprendió muchísimo que la historia llegara con tanta emoción y a tanta gente. No puedo estar más contenta, es muy bonito y muy fuerte todo lo que nos está pasando con esta película.
En Málaga por ejemplo, también se hizo con la Biznaga, ¿crees que los premios en los festivales tanto nacionales como internacionales son un impulso que puede dar pie a nuevos proyectos?
Aún no lo sé ya que de momento estoy escribiendo y no hemos empezado a mover mi nuevo proyecto. Ojalá sirva de impulso ya que para mí – como directora – una película es un éxito si te abre puertas para hacer la siguiente, porque al final lo que queremos es poder seguir trabajando en lo que más nos apasiona. Pero por desgracia a veces no es suficiente, hay muchos casos de directores que les cuesta mucho levantar la segunda película independientemente del éxito de la primera, y yo soy muy consciente de que esto es algo que me puede pasar, sobretodo si el proyecto es algo más arriesgado.
El otro día hablando con Manuela Burló Moreno (Rumbos), nos comentaba que cuando ella empezó en el mundo del corto, los jurados de los festivales estaban formados todo por hombres y que, si fuese al contrario, llamaría la atención, ¿qué opinas sobre esto?
Creo que es lo mismo que en los comités de selección de los proyectos, me parece esencial que en los jurados de los festivales haya paridad. Y sí, llamaría la atención si fueran sólo mujeres porque el cine – hasta el momento – ha sido un mundo de hombres. Pero yo soy optimista, creo que esto está cambiando y que con el tiempo la imagen de un jurado formado por mujeres no será tan rara, de hecho yo alguna vez lo he visto.
¿Cómo fue de importante tu paso por el Laboratorio de Escritura de Guion de Cine de la SGAE para concebir el guión de Estiu 1993?
¡Fue muy importante! Yo llegué al laboratorio de la SGAE ya con una primera versión del guión, pero fue durante los meses que nos fuimos encontrando que fui capaz de reescribir la historia hasta llegar a sentir que había terminado el guión (aunque esto es una sensación que nunca acaba de llegar) Funcionó muy bien porqué me ponía deadlines que me permitían avanzar con una nueva versión cada mes.
Además, yo venía de Londres y conocía muy poca gente del mundo del cine en España, así que compartir el proceso de escritura con Alberto Rodríguez y con el resto de compañeros fue muy interesante. En particular fue crucial mi encuentro con Mar Coll, que luego me dio mil consejos durante todo el proceso de hacer la película, y con Valentina Viso, que colaboró conmigo para sacar la última versión del guión y me ayudó a cerrarlo. A eso me refiero cuando hablo de la importancia de apoyarnos entre nosotras, de preguntarnos y de compartir un proceso que asusta como lo es hacer una primera película.
También formaste parte del proyecto de CIMA Mentoring, ¿cómo ha sido esta experiencia? ¿te fue de gran ayuda?
CIMA Mentoring fue también muy crucial para el proyecto ya que permitió que Valérie Delpierre y María Zamora se conocieran. Yo no asistí a los encuentros del programa porque estaba más orientado a las productoras, y así fue como Avalon entró en coproducción con Inicia Films para terminar de tirar adelante el proyecto. Esto os lo podrían contar mejor Valérie y María.
¿Cómo ha sido tu relación con Avalon y en concreto con María Zamora, una de las productoras que más apuesta por las óperas primas dirigidas por mujeres?
Muy buena. Avalon tienen una buena reputación muy merecida ya que protegen la visión del director. Ellos tenían un porcentaje menor de la película así que durante la mayor parte del proceso yo tuve más relación con Valérie de Inicia Films. Pero María sí que hablaba muchísimo con Valérie y conmigo en momentos cruciales para darme feedback en guión, en montaje o en algún momento más crítico del rodaje.
Ahora con la distribución también estoy muy contenta ya que siento que cuidan la película con mucho cariño. Por ejemplo, les agradezco muchísimo que hayan tomado la decisión de no doblar la película ya que no es una película para ser doblada, y como consecuencia estrenarla en menos salas. Esto significa que entienden y protegen el proyecto.
Muchas cineastas comentan que el problema radica en la falta de mujeres productoras que se interesen por guiones escritos por mujeres, ¿crees que esto es así?
No lo sé porque yo no lo viví así. Valérie Délpierre se interesa mucho por cineastas mujeres y María Zamora también. Me cuesta hablar de manera general ya que ellas son las únicas productoras con las que he trabajado hasta el momento. De todas maneras, creo y espero que tanto Valérie como María y otras productoras españolas que están produciendo guiones escritos por mujeres supondrán una inspiración para productoras jóvenes que ahora estén empezando.
Además, hay un prejuicio en la sociedad que tiende a clasificar las películas dirigidas por mujeres como un género. ¿A ti te ha ocurrido con Estiu 1993, o has escuchado alguna vez eso de 'cine de y para mujeres'?
Con Estiu 1993 no me ha ocurrido, la verdad. Lo que sí que me pasa es que en las entrevistas muy a menudo sale la pregunta de qué significa ser mujer y hacer cine, la verdad es que es una pregunta que a mi siempre me cuesta contestar porque lo correcto sería que no tuviésemos que hacerla, que fuera lo más normal del mundo.
De todas maneras, sí que he escuchado alguna vez lo del 'cine de y para mujeres' y es algo que me molesta profundamente. El cine dirigido por mujeres es cine que puede que vaya dirigido a hombres y a mujeres, igual que el cine dirigido por hombres es cine que puede que vaya dirigido a mujeres y a hombres, no me parece que sea un género en sí mismo. Es una etiqueta que me parece absurda.
La situación actual es complicada, y las mujeres tenemos que hacer mucho ruido. Estiu 1993 lo está haciendo desde antes de su estreno, y eso es algo fantástico ¿cómo estás viviendo todo el revuelo para bien que estás generando con tu ópera prima?
Pues lo estoy viviendo con mucha alegría y también con sorpresa, porque tal y como os contaba antes es algo que no me esperaba para nada. Lo que realmente espero es que la película esté a las expectativas de la gente ya que a veces el revuelo puede crear decepciones. Yo estoy muy agradecida a la crítica y a la opinión del público, ya que esto te da una fuerza enorme para seguir creyendo que vale la pena contar lo que te apetece contar y de la manera que quieras contarlo.
Para ir terminando, suponemos que ahora que se acerca el estreno en salas de Estiu 1993 estarás volcada en ello, pero, ¿tienes en mente comenzar a gestionar otro proyecto?
Sí, me apetece muchísimo encontrar mi tiempo para empezar a poner en papel mis ideas. A mi me encanta esta etapa del proceso donde aún no sabes hacia qué dirección va tu historia, cuando el papel está en blanco, los personajes están vírgenes y la creatividad se desborda porque aún no hay juicio sobre nada… Es un momento donde las películas podrían ser muchas cosas y poco a poco empiezan a tomar una forma determinada, es muy bonito. Y ahí estoy, con un par de ideas que van buscando su forma.
Por último, ¿qué consejo le darías a aquellas mujeres que quieren contar y dirigir historias?
Les diría que ADELANTE, que se atrevan, que se lancen y sobretodo que confíen en ellas mismas y en su intuición. Evidentemente también les diría que trabajen mucho y que sean muy exigentes, pero eso creo que esto es algo que sale natural una vez metido en el proceso de hacer una película. Y que si tienen dudas e inseguridades es algo absolutamente normal, y no hace falta esconderlo si una no quiere. Y que se apoyen en otros/as directores/as, porque es muy bonito poder compartir el proceso y no sentirse solo.
Fotografía: Página web Carla Simón